Víctor Orta ha encontrado un nuevo club para seguir desempeñando su labor al frente de una dirección deportiva, como es la del Valladolid . Un club en el que estuvo en sus inicios y al que regresa con el reto de devolver al club blanquivioleta a la Primera división del fútbol español. Todo después de dos años en el Sánchez-Pizjuán , donde ha vivido ese lado menos bueno o más duro del negocio, con un Sevilla FC venido a menos, con un problema económico gigantesco y con dos cursos donde salvar la papeleta deportiva en Liga, alcanzando la permanencia, fue su principal labor.«Me gustaría dar las gracias a la propiedad por la confianza. Entendía este verano que mi futuro iba a ir por otro lado », explicaba el ejecutivo madrileño, quien no conoció la noticia de su destitución un año antes de lo pactado hasta que le fue comunicado por el presidente, aunque ya se habían hecho eco los medios, con Antonio Cordón habiendo alcanzado un acuerdo con el club andaluz unos días antes.«Vengo con algún triunfo deportivo y alguna cicatriz, porque este deporte es muy cruel» , recordaba Víctor Orta , al que su salida del Sánchez-Pizjuán le ha dejado tocado, pese a que la llamada de un nuevo proyecto le haya limpiado ese mal cuerpo que le había dejado su salida por la puerta de atrás de un Sevilla al que intentó ayudar desde la fórmula de cuadrar números e incorporaciones en la plantilla. «Llego con más ilusión que hace 20 años, cuando ésta fue mi primera casa», defendía Orta, quien ahora se centra en conseguir el ascenso con el Valladolid, lugar al que se ha llevado a todo su equipo de trabajo con el que compartió labores en el propio Sevilla y del que no quiso despegarse cuando la situación se volvió prácticamente insostenible en Nervión. Víctor Orta ha encontrado un nuevo club para seguir desempeñando su labor al frente de una dirección deportiva, como es la del Valladolid . Un club en el que estuvo en sus inicios y al que regresa con el reto de devolver al club blanquivioleta a la Primera división del fútbol español. Todo después de dos años en el Sánchez-Pizjuán , donde ha vivido ese lado menos bueno o más duro del negocio, con un Sevilla FC venido a menos, con un problema económico gigantesco y con dos cursos donde salvar la papeleta deportiva en Liga, alcanzando la permanencia, fue su principal labor.«Me gustaría dar las gracias a la propiedad por la confianza. Entendía este verano que mi futuro iba a ir por otro lado », explicaba el ejecutivo madrileño, quien no conoció la noticia de su destitución un año antes de lo pactado hasta que le fue comunicado por el presidente, aunque ya se habían hecho eco los medios, con Antonio Cordón habiendo alcanzado un acuerdo con el club andaluz unos días antes.«Vengo con algún triunfo deportivo y alguna cicatriz, porque este deporte es muy cruel» , recordaba Víctor Orta , al que su salida del Sánchez-Pizjuán le ha dejado tocado, pese a que la llamada de un nuevo proyecto le haya limpiado ese mal cuerpo que le había dejado su salida por la puerta de atrás de un Sevilla al que intentó ayudar desde la fórmula de cuadrar números e incorporaciones en la plantilla. «Llego con más ilusión que hace 20 años, cuando ésta fue mi primera casa», defendía Orta, quien ahora se centra en conseguir el ascenso con el Valladolid, lugar al que se ha llevado a todo su equipo de trabajo con el que compartió labores en el propio Sevilla y del que no quiso despegarse cuando la situación se volvió prácticamente insostenible en Nervión.
El madrileño firma hasta 2028 después de salir del Sevilla un año antes de lo pactado, tras su destitución para la llegada de Antonio Cordón
Víctor Orta ha encontrado un nuevo club para seguir desempeñando su labor al frente de una dirección deportiva, como es la del Valladolid. Un club en el que estuvo en sus inicios y al que regresa con el reto de devolver al club blanquivioleta a la Primera división del fútbol español. Todo después de dos años en el Sánchez-Pizjuán, donde ha vivido ese lado menos bueno o más duro del negocio, con un Sevilla FC venido a menos, con un problema económico gigantesco y con dos cursos donde salvar la papeleta deportiva en Liga, alcanzando la permanencia, fue su principal labor.
«Me gustaría dar las gracias a la propiedad por la confianza. Entendía este verano que mi futuro iba a ir por otro lado», explicaba el ejecutivo madrileño, quien no conoció la noticia de su destitución un año antes de lo pactado hasta que le fue comunicado por el presidente, aunque ya se habían hecho eco los medios, con Antonio Cordón habiendo alcanzado un acuerdo con el club andaluz unos días antes.
«Vengo con algún triunfo deportivo y alguna cicatriz, porque este deporte es muy cruel», recordaba Víctor Orta, al que su salida del Sánchez-Pizjuán le ha dejado tocado, pese a que la llamada de un nuevo proyecto le haya limpiado ese mal cuerpo que le había dejado su salida por la puerta de atrás de un Sevilla al que intentó ayudar desde la fórmula de cuadrar números e incorporaciones en la plantilla.
«Llego con más ilusión que hace 20 años, cuando ésta fue mi primera casa», defendía Orta, quien ahora se centra en conseguir el ascenso con el Valladolid, lugar al que se ha llevado a todo su equipo de trabajo con el que compartió labores en el propio Sevilla y del que no quiso despegarse cuando la situación se volvió prácticamente insostenible en Nervión.
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