¿Y si dejas de empeñarte en dormir de un tirón y lo haces en dos tandas?

Así se hacía hasta la Revolución Industrial Así se hacía hasta la Revolución Industrial  

Cuando, por la mañana, anunciamos al mundo con cierto orgullo y cara de descansados que hemos dormido de un tirón, lo hacemos como si nos … hubiera tocado una pequeña lotería. A nuestro entender, las seis o siete horas ‘reglamentarias’ de sueño (ocho, con suerte) deben ir todas seguidas. Es lo normal, ¿no? Pues bien, puede que en los tiempos que corren sí, pero no siempre ha sido así: hay evidencias de que, hasta la llegada de la Revolución Industrial, la gente dormía en dos tandas. «Históricamente, este patrón era muy común: antes de la luz eléctrica, la gente se dormía poco después del anochecer, unas cuatro o cinco horas, se despertaba durante una hora o dos –para leer, rezar o conversar– y luego volvía a dormir hasta el amanecer. A esto se le llama sueño bifásico y es aquel que se divide en dos periodos principales de descanso en lugar de un único bloque nocturno continuo», detalla María José Martínez Madrid, coordinadora del grupo de trabajo de Cronobiología de la Sociedad Española del Sueño (SES).

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