El candidato del Frente Amplio (FA) asumirá la presidencia el 1 de marzo de 2025 Leer El candidato del Frente Amplio (FA) asumirá la presidencia el 1 de marzo de 2025 Leer
Yamandú Orsi no despierta grandes pasiones, pero tampoco genera rechazos importantes: el presidente electo de Uruguay es, en cierto modo, el reflejo de un país alérgico a los extremos, las polarizaciones y los excesos. Orsi es serio, algo que el ciudadano uruguayo premia.
Profesor de historia de 57 años, al iniciarse la campaña Orsi no tenía todas las de ganar: la mayoría de los uruguayos consideraba que Luis Lacalle Pou había hecho un buen gobierno, y se creía que la coalición de gobierno podría retener el poder por otros cinco años.
Orsi no rebosará de carisma, es cierto, pero es al mismo tiempo un político al que incluso aquellos que no votarían jamás consideran solvente. Álvaro Delgado, el candidato de Lacalle Pou, tampoco era dueño de un carisma que lo propulsara como candidato, y fue perdiendo fuerza en el tramo final de la campaña ante un Orsi que no cometió errores.
Las áreas rurales del país, tradicionalmente refractarias al Frente Amplio (FA), le dieron esta vez un apoyo menor al habitual al Partido Nacional de Lacalle Pou y Delgado, y eso fue decisivo para alcanzar una mayoría que la izquierda siempre comienza a construir sobre la base de su ventaja en Montevideo, la capital del país.
Julio María Sanguinetti, dos veces presidente, suele decir que Uruguay es «un Estado esencialmente socialdemócrata», gobierne la izquierda o la derecha.
Así, Orsi difícilmente varíe en exceso las posiciones de Uruguay a nivel internacional, y mucho menos trabará una alianza con gobiernos como el del venezolano Nicolás Maduro. En el Río de la Plata, que separa Argentina de Uruguay, se prevén tiempos helados, ya que difícilmente Javier Milei, refractario a la izquierda, se relacione con Orsi.
Casado y padre de dos hijos, el hombre que asumirá la presidencia el 1 de marzo de 2025 fue profesor de historia en escuelas secundarias y comerciante durante buena parte de su vida. Crítico del segundo gobierno frenteamplista de Tabaré Vázquez (2015-2020), buscó el apoyo del veterano ex presidente José Mujica (2010-2015) en el tramo final de la campaña electoral.
El padre de Orsi cultivaba uvas que vendía a las bodegas. Su madre era costurera. Mientras vivían en el campo, donde nació, el joven Yamandú no fue al jardín de infantes. Fue su hermana María del Luján, siete años mayor, su primera «maestra», la persona con la que aprendió a leer y a escribir.
Cuando tenía cinco años, una hernia de disco que sufría su padre obligó a los Orsi a mudarse a la ciudad de Canelones, donde abrieron un almacén en el que toda la familia trabajaba y también vivía.
Como adolescente, con Uruguay aún gobernado por una dictadura militar (1973-1985), Orsi comenzó a interesarse por la política, mientras cursaba la secundaria y ayudaba trabajando en el almacén familiar.
Intendente del Departamento de Canelones entre 2020 y 2024, Orsi se enfrentó en el inicio de la campaña a una situación que pudo costarle la presidencia y su carrera política: una trabajadora sexual trans lo acusó de haberle pegado. Orsi no se ocultó, respondió a todas las preguntas de la prensa y finalmente fue reivindicado, porque la denunciante admitió que había fabricado la historia.
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